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San Benito
San Benito
La Coronilla de San Benito es muy fácil de rezar.
Por la señal de la Santa Cruz
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
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Credo de Nicea - Constantinopla
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
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Jaculatoria a San Benito Abad (1)
¡Que la Santa Cruz sea mi Luz,
y que el demonio no sea mi guía!
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Jaculatoria a San Benito Abad (1)
¡Que la Santa Cruz sea mi Luz,
y que el demonio no sea mi guía!
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Jaculatoria a San Benito Abad (1)
¡Que la Santa Cruz sea mi Luz,
y que el demonio no sea mi guía!
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Padre nuestro
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; y perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación; mas líbranos del mal.
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Ave María
Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
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Gloria
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
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Jaculatoria a San Benito Abad (2)
¡Retrocede, Satanás,
no me persuadirás de cosas vanas!
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Jaculatoria a San Benito Abad (2)
¡Retrocede, Satanás,
no me persuadirás de cosas vanas!
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Jaculatoria a San Benito Abad (2)
¡Retrocede, Satanás,
no me persuadirás de cosas vanas!
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Padre nuestro
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; y perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación; mas líbranos del mal.
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Ave María
Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
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Gloria
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
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Jaculatoria a San Benito Abad (3)
Lo que me presentes, será inútil…
¡bebe tú mismo de tu propio veneno!
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Jaculatoria a San Benito Abad (3)
Lo que me presentes, será inútil…
¡bebe tú mismo de tu propio veneno!
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Jaculatoria a San Benito Abad (3)
Lo que me presentes, será inútil…
¡bebe tú mismo de tu propio veneno!
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Padre nuestro
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; y perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación; mas líbranos del mal.
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Ave María
Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
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Gloria
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
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Oración al Padre Eterno
Padre Eterno, en unión con tu Divino Hijo y el Espíritu Santo, y a través del Inmaculado Corazón de María, yo te suplico que destruyas el poder de tus más grandes enemigos: los espíritus malignos. Arrójalos a lo más profundo del infierno y déjalos ahí por toda la eternidad. Oh Padre Eterno, concédenos el Reino del Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María. Yo repetiré esta oración por puro amor, con cada latido de mi corazón y en cada uno de mis suspiros. Amén.
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Oración al Padre Eterno
Padre Eterno, en unión con tu Divino Hijo y el Espíritu Santo, y a través del Inmaculado Corazón de María, yo te suplico que destruyas el poder de tus más grandes enemigos: los espíritus malignos. Arrójalos a lo más profundo del infierno y déjalos ahí por toda la eternidad. Oh Padre Eterno, concédenos el Reino del Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María. Yo repetiré esta oración por puro amor, con cada latido de mi corazón y en cada uno de mis suspiros. Amén.
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Oración al Padre Eterno
Padre Eterno, en unión con tu Divino Hijo y el Espíritu Santo, y a través del Inmaculado Corazón de María, yo te suplico que destruyas el poder de tus más grandes enemigos: los espíritus malignos. Arrójalos a lo más profundo del infierno y déjalos ahí por toda la eternidad. Oh Padre Eterno, concédenos el Reino del Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María. Yo repetiré esta oración por puro amor, con cada latido de mi corazón y en cada uno de mis suspiros. Amén.
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Oración al Padre Eterno
Padre Eterno, en unión con tu Divino Hijo y el Espíritu Santo, y a través del Inmaculado Corazón de María, yo te suplico que destruyas el poder de tus más grandes enemigos: los espíritus malignos. Arrójalos a lo más profundo del infierno y déjalos ahí por toda la eternidad. Oh Padre Eterno, concédenos el Reino del Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María. Yo repetiré esta oración por puro amor, con cada latido de mi corazón y en cada uno de mis suspiros. Amén.
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Oración al Padre Eterno
Padre Eterno, en unión con tu Divino Hijo y el Espíritu Santo, y a través del Inmaculado Corazón de María, yo te suplico que destruyas el poder de tus más grandes enemigos: los espíritus malignos. Arrójalos a lo más profundo del infierno y déjalos ahí por toda la eternidad. Oh Padre Eterno, concédenos el Reino del Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María. Yo repetiré esta oración por puro amor, con cada latido de mi corazón y en cada uno de mis suspiros. Amén.
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Oración al Padre Eterno
Padre Eterno, en unión con tu Divino Hijo y el Espíritu Santo, y a través del Inmaculado Corazón de María, yo te suplico que destruyas el poder de tus más grandes enemigos: los espíritus malignos. Arrójalos a lo más profundo del infierno y déjalos ahí por toda la eternidad. Oh Padre Eterno, concédenos el Reino del Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María. Yo repetiré esta oración por puro amor, con cada latido de mi corazón y en cada uno de mis suspiros. Amén.
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Oración al Padre Eterno
Padre Eterno, en unión con tu Divino Hijo y el Espíritu Santo, y a través del Inmaculado Corazón de María, yo te suplico que destruyas el poder de tus más grandes enemigos: los espíritus malignos. Arrójalos a lo más profundo del infierno y déjalos ahí por toda la eternidad. Oh Padre Eterno, concédenos el Reino del Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María. Yo repetiré esta oración por puro amor, con cada latido de mi corazón y en cada uno de mis suspiros. Amén.
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Oración al Padre Eterno
Padre Eterno, en unión con tu Divino Hijo y el Espíritu Santo, y a través del Inmaculado Corazón de María, yo te suplico que destruyas el poder de tus más grandes enemigos: los espíritus malignos. Arrójalos a lo más profundo del infierno y déjalos ahí por toda la eternidad. Oh Padre Eterno, concédenos el Reino del Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María. Yo repetiré esta oración por puro amor, con cada latido de mi corazón y en cada uno de mis suspiros. Amén.
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Oración al Padre Eterno
Padre Eterno, en unión con tu Divino Hijo y el Espíritu Santo, y a través del Inmaculado Corazón de María, yo te suplico que destruyas el poder de tus más grandes enemigos: los espíritus malignos. Arrójalos a lo más profundo del infierno y déjalos ahí por toda la eternidad. Oh Padre Eterno, concédenos el Reino del Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María. Yo repetiré esta oración por puro amor, con cada latido de mi corazón y en cada uno de mis suspiros. Amén.
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Oración al Padre Eterno
Padre Eterno, en unión con tu Divino Hijo y el Espíritu Santo, y a través del Inmaculado Corazón de María, yo te suplico que destruyas el poder de tus más grandes enemigos: los espíritus malignos. Arrójalos a lo más profundo del infierno y déjalos ahí por toda la eternidad. Oh Padre Eterno, concédenos el Reino del Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María. Yo repetiré esta oración por puro amor, con cada latido de mi corazón y en cada uno de mis suspiros. Amén.
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Salve Reina
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida y dulzura y esperanza nuestra: Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima! ¡oh piadosa! ¡oh dulce Virgen María!
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Letanías De San Benito
Oración de Petición
Te saludamos con filial afecto, Oh glorioso Padre San Benito, obrador de maravillas, cooperador de Cristo en la obra de salvación de las almas. ¡Oh Patriarca de los monjes! Mira desde el cielo la viña que plantó tu mano. Multiplica el número de tus hijos, y santifícalos. Protege de un modo especial a cuantos nos ponemos con filial cariño bajo tu amparo y protección. Ruega por los enfermos, por los tentados, por los afligidos, por los pobres, y por nosotros que te somos devotos. Alcánzanos a todos una muerte tranquila y santa como la tuya. Aparta de nosotros en aquella hora suprema las acechanzas del demonio, y aliéntanos con tu dulce presencia. Ahora consíguenos la gracia especial que te pedimos (……). Oh! Padre Eterno, te suplico que destruyas el poder de tus más grandes enemigos: los espíritus malignos. Arrójalos a lo más profundo del infierno y déjalos ahí para siempre. Amén.
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Oración De Liberación
Por el poder de nuestro Señor Jesucristo, por el poder de su preciosísima sangre, por el poder del nombre de Jesús, cierro mí mente, mí alma, mí espíritu y mí entorno, mí pasado, mí presente y mí futuro, lo que soy y seré y tendré, todos los seres de la creación a mí familiares más cercanos. Lo alto, lo bajo, lo ancho y lo angosto, el norte, el sur, oriente, el occidente, todos los seres y animales y elementos de la creación. Por el poder de la Santísima Trinidad rompo, desato, exorcizo y quebranto todo ataque del enemigo y aura corruptora que quieran tener ventaja sobre mí, me cubro con la sangre, llagas, sagrado corazón de nuestro amado Jesucristo. Ato mí mente y cierro con toda mí fuerza, mí interior, que solo está abierta para el amor de Dios, expulso y pongo en fuga, toda perturbación mental, manifestación satánica, brujería, infestación y vejación. Mando y ordeno por la fuerza del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo a todos los espíritus burlones y demoníacos que busquen atormentarme, envíalos Señor Jesucristo a tres mil millas a la redonda, para que ninguna perturbación este presente en mí ser; Ordeno por el nacimiento humilde en el pesebre de nuestro Dios Jesucristo, por su vida, predicación, pasión, martirio, muerte y resurrección triunfante, que salga de inmediato de este sitio todo espíritu maligno y plagiario. Por la intercesión de la más que bendita y Santa siempre virgen María y del poder y el fuego del Espíritu santo dador de vida y de purificación. Invoco la protección de los Santos del paraíso, entre mí y el enemigo, la serpiente antigua. Me refugio e invoco la Santa presencia de Miguel Arcángel príncipe de los ejércitos celestiales, de Rafael Arcángel, alto comandante de las huestes celestiales, de Gabriel Arcángel el mensajero preferido de Dios y dador de buenas noticias, para que por permiso de Dios protejan nuestra vida de todo mal y peligro, daño procedente del maligno, librándonos de peligros y catástrofes. Me uno con la creación del universo y con el amor divino de Dios, soy el amor de Dios y estoy en los brazos del padre celestial y ningún mal llegara a mí o mí casa, ni a mí familia, nunca tocaran mis posesiones materiales e espirituales. El poder, el éxito y la prosperidad está en mí camino y abro mis brazos y extiendo mis manos con fe, para recibir los manjares y bendiciones del reino de los cielos.
Los Ángeles de Dios van delante de mí y de mis pies, para que no tropiecen, por la promesa de nuestro salvador Jesucristo que venció a la muerte en la cruz. Me protejo, me cierro y me lleno del poder supremo de Dios y del universo, siendo una criatura nueva y renovada por la sangre del cordero, la sangre de Cristo, fuente de vida, corre por mí interior como ríos de agua viva, fuerte y poderosa, indómita, por el poder trasmitido por Dios a sus hijos amados; Deshago, desligo, ahuyento todos mal y espíritu de miseria, pobreza, tristeza y amargura, se libera mí corazón de toda atadura que tenga, de odios, rencores, resentimientos y sufrimientos. Los rallos divinos de Dios, invaden mí interior llenándome de paz y seguridad. Dios creador de todo el universo, Dios poseedor y creador de la vida, Dios quebrantador de la muerte y del infierno, me entrego a ti en este momento, en cuerpo alma espíritu y mente, renuncio y rechazo a Satanás y todos sus poderes y dominios, pues e sido adquirido por la sangre de cristo y tus promesas son eternas. Saldré adelante de los sufrimientos y las adversidades, pues tú eres un Dios poderoso que das a tus hijos lo mejor y en abundancia. Que derramas tú amor por la humanidad, tú generosidad no tiene límite y por eso en este momento te alabo y te glorifico y te doy gracias de todo corazón ¡mil veces gracias!, ¡mil veces glorias!, aunque sea pecador tú has tenido misericordia de tu siervo N.N, librándome de todo mal y peligro y fortaleciéndome, llenándome de tú amor, poder, prosperidad y mucha abundancia. Amen.
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Santo Dios, Santo fuerte, Santo inmortal
Santo Dios, Santo fuerte, Santo inmortal,
por los tres dulces nombres líbranos Señor, de todo mal.
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Santo Dios, Santo fuerte, Santo inmortal
Santo Dios, Santo fuerte, Santo inmortal,
por los tres dulces nombres líbranos Señor, de todo mal.
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Santo Dios, Santo fuerte, Santo inmortal
Santo Dios, Santo fuerte, Santo inmortal,
por los tres dulces nombres líbranos Señor, de todo mal.
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Oración Complementaria
Santísima Trinidad bendita, Dios soberano y eterno, líbranos de las prisiones y las penas del infierno, la cruz y los tres clavos y el Señor que murió en ella, hablan y respondan por mí. Amansa los corazones que vengan sobre de mí, yo sin Dios, no quiero nada, yo con Dios lo que se viviere, vengase por delante, vengase quien se viniere, por los tres dulces nombre de Jesús, María y José.
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